Dice el maestro:
Cuando presenciamos que ha llegado la hora de cambiar, comenzamos, inconscientemente, a repasar la película de nuestras derrotas hasta ese momento. Está claro que, a medida que envejecemos, nuestra cota de momentos difíciles es mayor. Pero, al mismo tiempo, la experiencia nos ha dado medios para superar estas derrotas y encontrar el camino que nos permite seguir adelante. También es preciso poner esta película en nuestro vídeo mental. Si sólo vemos la película de las derrotas, nos quedaremos paralizados. Si sólo vemos la de la experiencia, acabaremos creyéndonos más sabios de lo que realmente somos. Necesitamos las dos películas.
Paulo Coelho, Maktub
Seguramente, el peor momento que alguien puede almacenar en la secuencia de recuerdos que se amontonan en su memoria sea el de la muerte.
Hace cosa de un año, una de esas tardes otoñales en las que el frío y la humedad se te clavan en los huesos, entre la confusión y el furor del corazón de Madrid, alguien me concedió unas tristes pero esperanzadoras palabras. Era un hombre sosegado y firme, abierto y amable, perspicaz y sumamente sensible; un perfecto embaucador.
En un ambiente romántico, de subjetivismo y pasión, en una atmósfera sórdida y acogedora a la vez, aquel poeta me dijo que la muerte no existe. Y me lo dijo sin vacilar: “La vida es una especie de reciclaje constante; nada se extingue en la Tierra y en el Universo, todo va tomando nuevas formas (…) Es hermoso lo que nos ha tocado vivir, pero más hermoso es saber que es un ciclo continuo: somos bacterias, células, genes en busca de cuerpos donde refugiarse... Y lo más bonito es que llevarán consigo parte de nuestra esencia y de nuestro esfuerzo”. Aquel era su consuelo ―decía―, su idea romántica de la vida.
Las mimadas palabras de aquel “viajero frente a un mar de niebla” me abrieron la mente y, desde entonces, cada obstáculo que se me presenta se convierte en una muestra más de lo maravilloso del devenir de nuestra historia, en un empujón hacia la liberación de todas mis ataduras, en un golpe más de la vida para que me ponga en pie y siga caminando.
Texto: Marilyn dos Santos
Eso es la inmortalidad, está en las huellas que nuestro paso dejará por acá. Yo ya he dejado una importante: Tú!
ResponderEliminarEnhorabuena por tus relatos! Estás escribiendo un libro ya mismo!