No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! ―y en esto soy irreductible― no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Oliverio Girondo
¿Nunca os habéis sentido leves como una hoja seca pendiendo de una rama por un suspiro? ¿Nunca habéis deseado dejaros llevar por el viento y acariciar con vuestro cuerpo cada rayo de sol? ¿Nunca habéis tenido la impresión de resquebrajar el suelo con cada paso, de desordenar miradas y perturbar sonrisas? De verdad, ¿nunca os habéis encontrado tan misteriosamente seductoras?
No hacen falta espejos para lograr ese cosquilleo que te mantiene la cabeza alta y la mirada firme…ni siquiera ropa; sólo necesitas rebuscar en tu memoria y elegir un buen recuerdo. Quizás un beso torpe o un abrazo interminable, un libro prestado o un vestido nuevo, puede que una canción o, incluso, un olor intenso. A veces una esperanza basta, un sueño tan real que hayas convertido en vivencia; otras, una imagen vaga de la infancia o una carta olvidada. No importa el qué, sólo agárrate fuerte a ello, porque te hará volar.
Cada mañana al despertar piensa en lo vivo y profundo de ese recuerdo y sal en busca de nada. Ese día te verás reflejada en los demás como la más bella de las mujeres.
Modelos: Nora Izquierdo y Marilyn dos Santos
Fotografía: Yasmin Ferreras
Texto: Marilyn dos Santos
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